La Generosidad No Siempre Es Caridad

 

La generosidad y la caridad no son lo mismo, en verdad ambas conductas son a mis ojos hermosas, pero es bueno que comprendamos la diferencia, ambas se basan en el dar, pero damos de manera diferente y en condiciones distintas.

La caridad, la podemos definir como: Virtud por la cual una persona siente compasión por los sufrimientos y las penurias de otra persona, y actúa para ayudarla y protegerla. Los actos de caridad son auténticos cuando en verdad los hacemos sin   intención alguna, lo cual quiere decir no sólo que no me debes nada, ni estas en deuda conmigo, no es necesario que retribuyas lo que hice por ti, lo hice como un regalo,  tu dignidad y libertad no se ven comprometidas por mi acto.

Un ejemplo claro de caridad es cuando ocurre un desastre natural y colaboramos voluntarias, desinteresada y verdaderamente en ayudar a restablecer el orden. Otro ejemplo puede ser cuando ayudamos a un desconocido en la calle porque se accidento en su auto, la verdadera caridad implica un desprendimiento del resultado, incluso para aquellos que somos creyentes de alguna religión, porque un acto de caridad no se aplica esperando que Dios nos retribuya.

La generosidad es diferente, pues la generosidad no se aplica sobre el que está en desventaja, en realidad somos generosos cuando tenemos algo y decidimos compartirlo con alguien que puede tener y estar en perfectas condiciones para procúraselo, por ejemplo darle un regalo excelente a una persona que no lo necesita es un acto de generosidad.

Podemos decir que una persona es generosa, cuando se comporta con nobleza, buenas intenciones y aprecio por los demás, las personas generosas ofrecen sus bondades y bendiciones con libertad y magnificencia.

Existen  personas que son caritativas y generosas, ellas están movidas por  la nobleza de su carácter y la conciencia de unidad y abundancia con la que fue diseñado este planeta.

Cuando decidimos ser generosos siempre tenemos para dar porque…

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